Jorge Kantor 1

En este número el Comité editorial de Vórtice ha decidido abrir el debate de la dimensión de lo místico/espiritual en la práctica clínica.

Lo primero que corresponde preguntarse al respecto es si acaso con los psicoanalistas de la segunda década del siglo XXI ‒al escuchar cómo las personas en análisis se entienden a sí mismas y en el intercambio de transferencias y contratransferencias‒, lo místico/espiritual acontece en la clínica, es decir, si siquiera tal dimensión existe.

En Vórtice nos hemos planteado este tema como una especie de desafío alborotador de nuestras propias convicciones. Como investigador de la mente de las personas, todo psicoanalista debe considerar que las cosas en las que cree tener certeza merecen nuevos escrutinios. Así lo hemos considerado, y aunque sabemos que Freud pensaba que la historia de la civilización consistía en una guerra perpetua entre la ciencia y la religión (Gay, 1988) y que “la lucha del espíritu científico contra la cosmovisión religiosa no ha terminado, sigue librándose en el presente ante nuestros ojos” (Freud, 1932/1986a, p. 156), nuestra atención estará dirigida a la dimensión de lo místico/espiritual en la práctica clínica.

Sin duda, es difícil de creer que Freud viera en esta dimensión una expresión saludable de evolución psíquica, más bien parece ser exactamente lo contrario de lo que él esperaba de una mente liberada de las ataduras resultantes de las fuerzas civilizatorias.

Esta convicción no impidió que se preguntara por asuntos que iban aun más allá de lo imaginable, como es el caso de sus dos escritos sobre telepatía: Psicoanálisis y telepatía (1941 [1921]/1986a) y Sueño y telepatía (1922/1986d).

Parece ser que el asunto le interesaba tanto como para que haya sido lo último que escribió, en una nota brevísima del 22 de agosto de 1938, un año, un mes y un día antes de morir, dejando abierta una pregunta para que nosotros la descifráramos: “Mística, la oscura percepción de sí del reino que está fuera del yo, del ello” (Freud, 1941 [1938]/1986b, p. 302).

Eduardo Gastelumendi (Lima) toma la proposición que la frase de 1938 contiene, entendiendo que su evocación tiene consonancia con el registro de lo regresivo y lo profundo, apelando a la extensión infinita del propio aparato psíquico en la búsqueda de la capacidad del analista de sumergirse en las profundidades de su propia mente, de modo tal que pueda alcanzar las honduras de la mente de la persona en análisis.

Ruggero Levy (Puerto Alegre) encuentra, de modo semejante, que la frase de 1938 nos presenta a un Freud capaz de ser leído hoy en una suerte de Nachträglichkeit, incorporando los aportes de Bion, Meltzer y Laplanche, entre otros autores, sobre los aspectos imposibles de definir de un aparato psíquico desde una lógica positivista.

Igualmente, Ignacio A. Paim (Puerto Alegre) nos muestra a un Freud aventurándose en lo que aún le es desconocido, llevándonos por la obra de Freud en un itinerario que nos muestra cómo él entendía este material inefable, aquello que la comprensión secundaria apenas abarca.

José Canelas (San Pablo) y Cristiane Blaha (Río de Janeiro) exponen cada uno, profunda y espléndidamente, cómo la lucha sigue librándose contra la cosmovisión religiosa “ante nuestros ojos”, revisando y estableciendo los trayectos principales de los aportes freudianos, contrastados con la dimensión de lo místico/espiritual en la actualidad.

Fernanda y Ney Marinho (Río de Janeiro) nos presentan la importancia fundamental de la noción de fe en el funcionamiento de la mente humana, revelando desde el paradigma bioniano los intríngulis del proceso de pensar y sentir en la dimensión de lo místico/espiritual. Jani Santamaría Linares (Ciudad de México) también utiliza el paradigma bioniano al destacar la importancia de la dimensión místico/espiritual como una herramienta en la tarea clínica, un estado en el que el analista debe posicionarse frente al reino de lo inefable, por terrible o sublime.

Por último, Brenda Covarrubias (Guadalajara) reverbera tejiendo una estructura a partir de la pregunta de una persona en análisis sobre en qué creen los psicoanalistas. Brenda nos propone que nos despojemos de certezas y convicciones para permitir que se reconstruya la verdad de las personas en análisis.

Referencias

Freud, S. (1986a). 35ª conferencia. En torno de una cosmovisión.
En J. L. Etcheverry (trad.), Obras completas (vol. 22, pp. 146-168). Buenos Aires: Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1932).
Freud, S. (1986b). Conclusiones, ideas, problemas. En J. L. Etcheverry (trad.), Obras completas (vol. 23, pp. 301-302). Buenos Aires: Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1941 [1938]).
Freud, S. (1986c). Psicoanálisis y telepatía. En J. L. Etcheverry (trad.), Obras completas (vol. 18, pp. 165-184). Buenos Aires: Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1941 [1921]).
Freud, S. (1986d). Sueño y telepatía. En J. L. Etcheverry (trad.), Obras completas (vol. 18, pp. 185-212). Buenos Aires: Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1922).
Gay, P. (1988). Freud: A life for our time. New Haven: Yale University Press.

Notas

Notas
1 Sociedad Peruana de Psicoanálisis

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